A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
Salmos 16:8
Todos vivimos procesos que marcan nuestras vidas, unos son a causa de la desobediencia, otros son permitidos por Dios con aras de ser transformado en una u otra área de nuestra vida; sin importar la causa por la cual suceden ciertas cosas buenas o malas, todas se deben a que algo quiere Dios cambiar en nuestra vida, porque todos lo que nos sucede nos ayuda a bien.
Cuando conocimos de Cristo fuimos transformados a su imagen y semajanza, y por ello hemos sido capacitados por el Espíritu para obedecer, y dejarnos guiar por Él, tal y cual como lo hizo Jesús que se negó a si mismo con el fin de darnos salvación. Hoy Dios no está pidiendo nuestra vida a cambio de algo; el Padre solo quiere que todo absolutamente todo lo que hagamos día a día sea para su gloria, estando así siempre Jehová delante de nosotros, y que a su vez vaya siempre a lado nuestro mostrándonos el camino a seguir en todo lo emprendamos y hagamos, haciendo siempre su buena, perfecta y agradable voluntad.
No es fácil negarse a sí mismo, con tal de que crezca Dios en nosotros, pero el fruto de ese proceso es hermoso, permanente y eterno, lográndose de esa forma el ser jamás afligido, aquejado, ni aún avergonzado; porque es Dios quien dirige nuestra vida, y nos hace dar pasos como de cierva, pasos firmes, los cuales nos conducirán a lograr y encontrar el propósito por el cual fuimos creados por Dios y para Dios.
Por eso hoy te animo a no dar mas vueltas para alcanzar el propósito de Dios en tu vida, sino que de una vez por todas te rindas delante de Dios, dejándote direccionar en cada paso que des, en cada circunstancia o adversidad que se presente; porque con Dios al mando de nuestra vida, NO SEREMOS CONMOVIDOS.
Por @Juanfemoncas
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