En muchas ocasiones enfrentamos gigantes que humanamente son imposibles de derrotar, tal como David se enfrentó a Goliat, pero el tenia la certeza de que era con el poder de Dios que podía derribarlo, por eso hoy busca la dirección de Dios tal cual como lo hizo David, que sin tener la fuerza necesario para enfrentarse a Goliat, lo hizo y lo venció.
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